Investigadores responsables Paula Miranda, Allison Ramay

Patrimonio Cultural y Estéticas de la Identidad


Junto con las investigadoras Allison Ramay y Elisa Loncon, Paula Miranda comenzó a trabajar en el canto mapuche. En medio de esta indagación, surgió la inquietud acerca de cuán vinculado pudo estar el trabajo de Violeta Parra, su composición, con el canto mapuche. Se suponía que el vínculo había sido lateral y circunstancial. Se negaba que la artista hubiese sistematizado algún tipo de investigación al respecto. “Cuando ella integra, de principio a fin, en su obra la tonada, es porque estudió cantores de tonada; lo mismo hizo con el canto a lo divino, el canto a lo poeta, que ella conoce y sistematiza. ¿Cómo no hizo eso con los mapuche?”, inquiere Paula Miranda. De ahí en más, la investigadora comenzó a pesquisar audios y se topó con cuatro cintas conservadas por la Universidad de Chile en las que Violeta Parra recopila cantos mapuche, y menciona a los cantores y los lugares donde los conoció. Durante dos años, las investigadoras comenzaron a rastrear la pista de las cantoras mencionadas por Parra en las cintas. Entonces, se abocaron a reconstruir la historia de qué hizo la autora de “Gracias a la vida” en su travesía por el territorio mapuche, dónde estuvo con su grabadora presta a dejar registro de las expresiones culturales de los cantores. Se sabe que Violeta Parra se desplazó hacia Lautaro, Temuco, Millelche, sitios donde aún persiste una red de personas que recuerda esas andanzas.

La pesquisa arrojó 39 cantos, interpretados por un cantor y seis cantoras. Violeta Parra se reconoce en la machi María Painén Cotaro, va todos los días a su ruca a grabarla, transcribe las cintas y permanece en la ruca de la machi. La artista aprovecha además de aprender sobre instrumentación mapuche, palabras en mapudungun. Las cintas y sus ochenta minutos de duración avanzan entre cantos de amor, guillatunes. Violeta conversa con los cantores, ríe con ellos. “Ella les pide que le hablen en mapudungun y le traduzcan el sentido. Violeta siempre pregunta, después de felicitarlos por sus melodías preciosas aunque no se entiendan”, asevera Paula Miranda. En las cintas, Parra pregunta por el sentido de la palabra, cuestión central en la cultura mapuche, lo que integra el buen vivir, la relación con lo sagrado, con la naturaleza y con los otros.

Esta investigación se tradujo en el libro Violeta Parra en el Wallmapu: su encuentro con el canto mapuche. Este texto devela el vínculo de Violeta Parra con la cultura mapuche, señalando que la autora de “Volver a los 17” tuvo una red intercultural muy fluida. Para Paula Miranda, Violeta Parra siempre espera el momento justo para aparecer. “Los cantos tenían que esperar este momento de importancia de la interculturalidad y de empoderamiento de la cultura mapuche, con la presencia de este ejército de intelectuales y artistas mapuche. Violeta es una tejedora que une culturas y personas”.