Una consecuencia de la anexión por parte de Chile del territorio que hoy corresponde a la Región de Arica y Parinacota, una vez concluida la Guerra del Pacífico, fue la asimilación forzada de las familias indígenas a los valores culturales y la identidad nacional. Años después, las reformas en los marcos jurídicos nacional e internacional favorecieron el reconocimiento legal y la emergencia de espacios políticos para los pueblos indígenas en Chile. Este hecho acentuó la relación con el Estado basada en políticas asistencialistas en el caso de las comunidades aymaras. Aunque los discursos de desarrollo en las comunidades aymaras, ocasionalmente, exceden los objetivos propuestos por el Estado, es escaso el interés de las organizaciones indígenas en buscar la autodeterminación. Lo anterior es indicativo de que la mayoría opta por acomodarse a las políticas de desarrollo y, de esta forma, la implementación de derechos colectivos parece ser menos necesaria. Este es el ámbito en el cual se desarrolla el estudio del investigador adjunto del CIIR Dante Choque.
En este contexto, los pueblos originarios y el desarrollo son entendidos desde una perspectiva longitudinal basada en un enfoque crítico e institucional cruzado por temas geopolíticos y de frontera. Así, el objetivo central es comprender cómo el desarrollo, entendido a través de discursos y prácticas, ha emergido en la zona fronteriza del norte de Chile y afectado a las comunidades aymaras. La metodología considera un enfoque discursivo-etnográfico para analizar las estructuras y relaciones de poder en la interacción de las organizaciones indígenas y las instituciones del Estado enmarcada en el desarrollo. De esta forma, se busca argumentar que las comunidades indígenas de Arica y Parinacota omiten estructurar un proceso de cambio para instalar proyectos de desarrollo autodeterminados, no solo por la relación paternalista y clientelista con el Estado, sino que por las políticas asociadas con el refuerzo de la identidad nacional y fronteras junto con legitimización de la agenda nacional de desarrollo. Por lo tanto, la presencia de población indígena en una región transfronteriza constituye un debate académico particular en los estudios del desarrollo.