Investigador responsable Andrea Riedemann

Desarrollo y Medio Ambiente


Este proyecto apunta hacia la construcción de un índice de interculturalidad inspirado en el índice de inclusión que partió midiendo discapacidad, pero que ahora incluye otros tipos de diversidad. Este trabajo se inserta en las directrices expresadas por la reforma educacional, particularmente en lo que apunta a la convicción de que es bueno para el sistema educativo y los alumnos que haya heterogeneidad en la sala de clases, ya sea de carácter socioeconómico, racial o étnico. “Este índice de inclusión también tiene el objetivo de sacarles una foto a los colegios, decirles en qué posición están”, explica Andrea Riedemann, investigadora posdoctoral del CIIR y quien es parte de este proyecto. El levantamiento de este índice debería reflejar el proyecto educativo del colegio, la formación del profesorado, qué sabe de la historia del racismo y colonialismo, temas hasta ahora ausentes. “En el tema de la interculturalidad los alumnos son agentes de cambio para sus padres. Los niños están conscientes de los beneficios. Por eso se les ofrece a los colegios un instrumento que es una evaluación con una propuesta social”, agrega Riedemann.

Es una iniciativa, en suma, que pretende aportar en el cambio de una visión con respecto a cómo discriminamos. Superar un pensamiento colonial que durante mucho tiempo estuvo explicitado en la política migratoria, lo que se ha traducido en, por ejemplo, una incapacidad de ver al migrante latinoamericano como un aporte.