Investigador responsable Marjorie Murray

Diferencia, Coexistencia y Ciudadanía


Basado en trabajo de campo etnográfico con familias mapuche en la Región de La Araucanía, el proyecto encabezado por la investigadora principal Marjorie Murray –en que participaron como asistentes Marisol Verdugo, Sofía Bowen y Nicole Segura– analiza prácticas de parentalidad y el proceso de socialización durante la primera infancia en tanto transmiten un sentido de la volición que es intrínseco a la noción mapuche de persona y autonomía. A partir de eventos cotidianos describimos cómo los niños hacen uso de su iniciativa e intencionalidad para explorar, actuar, aprender y crear relaciones sociales. Sus padres evitan la supervisión visual constante y la intervención directa, raramente oprimiendo la volición de los niños, respetando y valorando la experiencia directa del niño con el mundo. Considerando la volición como una característica cultural importante de la parentalidad y la socialización, y reflexionando sobre cómo distintas ideologías de la niñez y parentalidad se relacionan con la volición de los niños, esperamos aportar a debates contemporáneos sobre socialización temprana y culturas de parentalidad (socialización temprana, volición, mapuche, parentalidad). “En esta investigación la pregunta por el conflicto no aparece de forma tan explícita, ya que primero hay un proceso de conocer a este sujeto, en el que también asoman las complejas relaciones con el Estado. Son indagaciones que la literatura no había considerado en profundidad”, explica Murray.

Los estilos de parentalidad temprana mapuche contrastan con las corrientes presentes en el contexto occidental, las cuales buscan instalar la autonomía del niño en términos de un objetivo que requiere un largo camino de intensivas prácticas parentales y que concluirían en la formación de un individuo que entronque los ideales neoliberales. Individualista, tomador de riesgos y con motivaciones emprendedoras. En el caso de la crianza mapuche, no obstante, hay un énfasis por el desarrollo de las capacidades personales y la influencia que los padres pueden tener en esto, pero los niños pequeños son vistos como agentes principales en la formación de su futuro. Además, hay un enfoque respetuoso hacia la volición de los niños considerándoles personas autónomas cuya autonomía se manifiesta necesariamente en la producción y reproducción de las relaciones sociales, dentro y fuera de la familia, y muy lejos de la habitual comprensión del individualismo en un sentido cartesiano.