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CIIR apoya publicación de artículo sobre las implicancias sociales del estudio genómico en pueblos indígenas

La investigación genómica ha contribuido significativamente a nuestra comprensión de la diversidad biológica, salud y enfermedades de las poblaciones actuales. Sin embargo, al mismo tiempo, las investigaciones en este campo han históricamente excluido a diversos grupos, entre estos a los pueblos indígenas. En las últimas décadas, el aumento en el acceso a tecnologías y datos genómicos se ha visto acompañado de esfuerzos por diversificar la toma de muestras, incluyendo a descendientes africanos e indígenas. Estos esfuerzos se justifican ya que las disparidades en participación podrían traducirse en desigualdades en los beneficios derivados de la investigación genómica. No obstante, este esfuerzo por diversificar tiene sus deficiencias ya que no incluye necesariamente protocolos claros que mejoren la protección de la información genética de los participantes, el uso de los datos obtenidos, y la propiedad intelectual para evitar su mercantilización. Además, la participación de personas indígenas en investigación continúa formulándose dentro de dinámicas de poder colonialistas, las cuales enmascaran su participación bajo argumentos de “reciprocidad” y “justicia”, pero que no hacen más que debilitar la soberanía, autodeterminación, y gobernanza de los pueblos indígenas.

En diversos países latinoamericanos, la investigación genómica se ha beneficiado de dos discursos, en el contexto de la retórica mestiza, aparentemente contradictorios: el mestizaje, percibido como homogeneización genética, y el “purismo” indígena, entendido como la existencia de grupos con ancestría genética indígena no mezclada. Estos discursos combinan ideas de ancestría genética e identidad y contribuyen a ocultar las identidades indígenas bajo las categorías mestizo/hispano/latino o mediante la fetichización de lo indígena; discursos que emplean categorías genéticas basadas en lógicas raciales. La articulación de ancestría genética con identidades mestizas e indígenas, así como sus particularidades, ha sido discutida de forma más extensa en las últimas décadas en países como Brasil, Colombia, y México. En estos casos, se ha propuesto que categorías de ancestría biogeográficas (ej.: europea, africana, y amerindia o nativa americana) pueden evocar distintas ideas de ancestría, tales como aspecto físico, cultura, región y nación, principalmente entre personas fuera del campo de investigación genética . Sin embargo, este tipo de interpretaciones que articulan ancestría genética con identidades emanan principalmente de las investigaciones genómicas a través de interpretaciones de los propios expertos, reflejando un fenómeno en donde la historia cultural y genética de los pueblos se entrelazan. Este fenómeno de pensamiento racializado en genómica queda representado en los conceptos de nación o “ciudadanía genética”, los cuales contribuyen a la estigmatización de poblaciones históricamente discriminadas.

En este escenario, un grupo de investigadores con el apoyo del CIIR acaban de publicar el paper La articulación de la genómica, el mestizaje y las identidades Indígenas en Chile: un estudio de caso de las implicancias sociales de la investigación genómica a la luz de las actuales prácticas en investigación. Este trabajo fue desarrollado por Constanza P. Silva, Constanza de la Fuente, Tomás González, Maanasa Raghavan, Ayelén Tonko-Huenucoy, Felipe I. Martínez y Nicolás Montalva.

Este artículo pretende contribuir a la discusión centrándose en dos puntos principales. Primero, cómo la investigación genómica se beneficia oportunistamente de dos discursos supuestamente contradictorios de la retórica mestiza: una identidad nacional única y mestiza basada en el mestizaje y, por otro lado, el “purismo” indígena basado en la articulación de diversidad genética e identidades étnicas. En segundo lugar, situando esta discusión en el contexto sociopolítico chileno, donde ha sido escasamente abordado, sugiriendo estrategias para mejorar la participación de comunidades indígenas en investigación, contribuyendo a futuras directrices para la investigación genómica.

La investigación genómica en Chile ha seguido las tendencias internacionales, priorizando la caracterización genética de la población mestiza a nivel nacional, pero también articulando la ancestría genética e identidad étnica mediante la investigación de los “orígenes” de la población. Adicionalmente, este tipo de investigaciones en Chile se han centrado en identificar marcadores genéticos de ancestría con el objetivo de caracterizar grupos específicos o étnicos, en algunos casos asociándolos a enfermedades. Los conceptos de mezcla genética, mestizo, y ADN indígena permean continuamente ámbitos públicos y se vuelven parte del discurso popular (Simpson, 2000), creando narrativas sociales que sustentan la identificación científica de quienes son “realmente” indígenas y que permiten diferenciar quien pertenece a un grupo étnico específico En el centro de todas estas reflexiones se encuentra la urgente necesidad de implementar mecanismos en Latinoamérica que puedan asegurar relaciones positivas en investigación genómica, contrarrestando a la vez su mal uso y desinformación. Creemos que el establecimiento de nuevos mecanismos de colaboración entre la academia y grupos indígenas puede introducir a los investigadores a conocimientos que reconocen formas de parentesco, relaciones, ancestría, y herencia que no dependen del ADN. Conocimientos que reconocen los distintos espacios que ocupan la historia de las personas y las historias de los genes. Esta aproximación colaborativa es un requisito para desmitificar la genética y la retórica mestiza a un nivel más amplio.

En el centro de todas estas reflexiones se encuentra la urgente necesidad de implementar mecanismos en Latinoamérica que puedan asegurar relaciones positivas en investigación genómica, contrarrestando a la vez su mal uso y desinformación. Creemos que el establecimiento de nuevos mecanismos de colaboración entre la academia y grupos indígenas puede introducir a los investigadores a conocimientos que reconocen formas de parentesco, relaciones, ancestría, y herencia que no dependen del ADN. Conocimientos que reconocen los distintos espacios que ocupan la historia de las personas y las historias de los genes. Esta aproximación colaborativa es un requisito para desmitificar la genética y la retórica mestiza a un nivel más amplio.

Pueden encontrar la investigación en el siguiente enlace: